Ayer viví un flash back recordando uno de los últimos días de clase, cuando vino el segundo jefe de recepción de un conocido hotel de la ciudad. Recuerdo que nos contó que los clientes británicos eran muy fans de pedir una compensación por cualquier cosa, por pequeña que fuera: "Compensation, compensation!" decía imitando su actitud. Y todos nos reímos. Pero ayer me tuve que aguantar la risa (como se nota que no era yo la que se tenía que comer el marrón).
Estamos en pleno proceso de reformas en el hotel. Eran las seis de la tarde y el cliente (británico, noruego o algo así y que ya nos había pedido un wake-up call a las 06.00h) bajó a recepción a quejarse, que eso no era aceptable de ninguna de las maneras. Así que el director fue a decirle a los obreros que acabasen prontito, y así fue. Pero no contento con eso, el cliente exigía más. Claro, quería una "compensation, compensation!". ¿Y qué se llevó? Pues desayuno free. De hecho preguntó que cuándo iban a acabar las obras definitivamente, que en octubre tenía otra reserva y que si no habían acabado para entonces que la cancelaría. La madre que lo parió... Y ésta era la anécdota, que la tenía que contar sí o sí.

Obviamente aparte de hacer un check in a las ocho y media de la tarde he hecho más cosas de recepción (hoy del tema comercial no he tenido noticias), como hacer llaves maestras, sacar listado de llegadas, control de objetos perdidos, tarjetas de registro (Bienvenidos), atender llamadas, etc., etc. Es más, me ha tocado subir a una habitación a comprobar si funcionaba el agua caliente porque unos clientes que estaban alojados en esa misma planta habían llamado a recepción diciendo que no les funcionaba.
¡Día productivo y emocionante!
¡Buen finde!
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